No tendrán nada mejor que hacer que dedicarse a aburrir a
multas a un indigente residente del Raval, un barrio de Barcelona que recibió nada más y nada menos
que unas 70 multas impuestas por la Guardia Urbana con la escusa de quebrantar
varias ordenanzas, especialmente la de civismo, ascendiendo las multas a unos
7.500 euros de nada.
La ristra de denuncias se pusieron entre 2008 y 2010, fue
entonces cuando la víctima decidió pedir
al Instituto Municipal de Hacienda que si podían fraccionarle el importe para así
poder pagarlo, petición que encima y manda huevos se le denegó estrepitosamente.
Ante esta negativa, el indigente decidió llevar su caso ante la Síndica de
Greuges de Barcelona para así en diciembre del 2013 lograr que le fuesen
retiradas todas y cada una de las
sanciones.
El valor de todas las multas que recibió ascendieron a 5.982
euros, y aparte a esta cantidad habría que añadirle otros 1.500 euros por los intereses
de demora, costas procesales y otros recargos.
Hay que joderse, no tendrán cosas más importantes que hacer
en barrio asi que freir a multas a una persona que no le creo que este así por
gusto y aparte sabiendo de sobras que no podría hacer frente a tal pastizal!!!
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