
El fiscal narra en el
escrito de acusación que “el día 10 de julio de 2010, sobre las cinco de la
madrugada, los acusados de 23 y 32 años respectivamente y actuando de común
acuerdo entraron en una casa de Guillarei, en el municipio de Tui. Una vez
allí, alumbrándose con un teléfono móvil y un mechero, entraron en la
habitación de la dueña de la casa, una anciana de 83 años de edad, a la que amordazaron
y ataron manos y piernas con un trozo de la funda del colchón en que dormía y golpearon
dándole patadas en la cara y en el costado”.
Los barbaros
revolvieron todas las habitaciones de la casa en busca de dinero antes de darse
a la fuga sin llegar a apoderarse de nada. La hermana de la víctima, de 76 años
y con problemas de movilidad, dormía en el primer piso y por la medicación que
tomaba no se enteró de nada hasta el día siguiente. Entre otras lesiones tenía
dos dientes arrancados, moratones y cortes.
Gracias a un despiste
de estos ladrones que se dejaron debajo de una cama el teléfono móvil y un
mechero fueron claves para dar con su paradero. El fiscal les acusa de robo con
violencia en grado de tentativa, y un delito de lesiones por los que pide nueve
años y cinco meses de prisión y más de cuatro mil euros de indemnización.
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